Nuestro Presidente

Dr. Nelson Parra & Dra. Olga Romero
El Dr. Nelson Parra es Obispo Ordenado de la Iglesia de Dios, Pastor y Educador, Doctor en Ministerio, Abogado y Psicoterapeuta. Nacidos en Colombia, el Dr. Parra y su esposa la abogada y psicoterapeuta Olga L. Romero contraen matrimonio mientras el Dr. Parra era estudiante del SEMISUD. Luego de graduarse allí, ellos se trasladan a la ciudad de Bogotá, Colombia en donde continúan su trabajo ministerial como pastores, educadores y abogados. Después de algunos años de servicio en su país de origen, reciben la bendición de ser padres de dos hermosos hijos María paz y Santiago, quienes han desarrollado como familia el trabajo pastoral durante 20 años en los Estados Unidos.
Por la gracia de Dios, y luego de 28 años de haberse graduado de esta prestigiosa institución, en el año 2022, el Dr. Parra y su esposa reciben el llamado a servir como presidente en SEMISUD-FLEREC, su alma mater. Allí también continúan su labor ministerial como pastores de la Iglesia de Dios Capilla del Valle, una hermosa congregación ubicada en el Valle de Los Chillos, uno de los lugares más bellos de Ecuador. A partir de allí, el Dr. Nelson Parra y su esposa la Dra. Olga Romero se han dedicado en cuerpo y alma a multiplicar el legado, sin perder de vista la visión señalada por los fundadores.
Visión presidencial
Hoy, hemos tenido que cambiar abruptamente aquel modelo de educación que tenía 200 años, y las universidades e instituciones educativas tenemos que responder a ello. Nuestra misión no nos permite la prerrogativa de la parálisis. El SEMISUD-FLEREC continúa trabajando para ir a la vanguardia en eso. La educación presencial ha regresado, pero ya no es igual, ahora tiene un mayor valor y sentido de ser. La virtualidad tampoco se ira y SEMISUD ha invertido en tecnología de avanzada para perfeccionar todas las herramientas necesarias para cualificarla. La presencialidad en el campus se está volviendo necesaria para acciones concretas, para interacción, para participación, para trabajos en grupo que provoquen la formación ministerial. Esto está generando cambios en los modelos de enseñanza y está demandando que los profesores nos adaptemos y desarrollemos una nueva pedagogía estratégica. Lo cierto es que no podemos regresar atrás, no volveremos al pasado pedagógico.
El contacto personal y la estrecha colaboración con la iglesia seguirán siendo primordial en la formación de ministros del evangelio, si pensamos que las habilidades blandas se desarrollan dentro de esa interacción. La tecnología aísla a las personas y debemos sacarle más provecho a los espacios de encuentro, que puede que sean menos pero más significativos. El modo presencial tiene que ser activo y productivo, más que antes.
La visión que hemos construido juntos se puede sintetizar en el siguiente propósito: ‘Nos seguiremos transformando como un seminario cristiano con impacto tangible para la presencialidad y la era digital’. Para bosquejarlo, nos ha servido como marco de referencia la idea de querer formar para servir más y mejor.